lunes, 9 de agosto de 2010

Sin Neoplagionotus marcae en el Mar de Ontígola.


Lo sé, la calidad de la fotografía es pésima, la tomé hace un par de años cuando aún quedaban en el Mar de Ontígola, en verano, las malvas en las que se podía ver este bichejo tan curioso. Concretamente se trata del Neoplagionotus marcae, o así se le conoce entre las gentes de ciencia, perteneciente a la familia de los Cerambicidae, mientras que se le conoce vulgarmente como escarabajo-avispa español y es un endemismo del centro peninsular recientemente descrito.
El motivo de estas líneas es que nos hemos quedado sin este bichejo, sí, como suena, a saber cuando vuelven a salir las malvas (Lavatera triloba) en las que vivían sus larvas dentro de sus tallos leñosos y los adultos atiborrándose de polen en la flor. El caso es que, en plena primavera, se procedió a realizar en dicha reserva natural unas obras (desbroce de todo el carrizo, corta y arranque de orzagas y tarays, movimientos de tierras en el camino y en la presa) cuyo supuesto objetivo era la mejora de la presa, con gran valor histórico, ya que se encontraba llena de carrizos, tarays, orzagas así como de herbáceas nitrófilas, entre las que se encontraban unas pocas de estas malvas. En dicho humedal pueden verse malvas pero como pertenecen a otra especie pues este bicho no puede vivir de ellas. En fin, toda una pena, esperemos que algún año vuelvan a germinar por estos lares las Lavatera triloba y podamos volver a disfrutar de tan curioso y cada vez más amenazado coleóptero.

domingo, 1 de agosto de 2010

L´Albufera de Valencia.



Un espacio natural engendrado durante siglos por las desembocaduras de dos ríos mediterráneos: el Túria y el Júcar. Lo que hace miles de años era un golfo fue paulatinamente separándose del mar debido a los aportes sedimentarios de ambos ríos hasta convertirse en una enorme laguna de 3.000 hectáreas de lámina de agua.

Actualmente las dos terceras partes del Parque Natural están ocupadas por el cultivo del arroz y por el entramado de acéquias y canales que los sustentan -algo muy conocido por los que vivimos en Aranjuez-.

Las dunas, formadas por aportes sedimentarios de los ríos ya nombrados, primero son móviles, albergando una vegetación muy específica, dando paso a las dunas fijas, que sustentan una vegetación mediterránea muy diversa, entre las que destacan el Pino carrasco (Pinus halepensis), el lentisto (Pistacia lentiscus) -alcanzando grandes proporciones algunos ejemplares-, la olivilla (Phillyrea angustifolia) y el aladierno (Rhamnus alaternus).

Fuera de los límites del parque, en las afueras de la gran urbe que es Valencia, se encuentra la huerta valenciana, mundialmente conocida por sus barracas -hoy casi inexistentes- así como por el tradicional cultivo de la chufa (Cyperus sculentus) para elaborar la famosa orxata, que en el municipio de Alboraia puede verse. Si el cultivo de la chufa goza de cierto prestígio, no se puede decir lo mismo de la huerta valenciana. Tan sólo visitar la Ciudad de las Artes -sin menospreciar su increíble mérito arquitectónico- y ver cómo el urbanismo va comiendose los escasos restos de una cultura: la cultura Valenciana, la Huerta Valenciana.