domingo, 14 de diciembre de 2008

El Mar de Ontígola (1ª parte).

Se trata de un humedal encajado entre dos carreteras y una vía de ferrocarril que, a pesar de estar tan castigado por el ser humano, alberga una valiosísima diversidad tanto faunística como florística.

En su extenso carrizal encuentran refugio aves tan emblemáticas como el aguilucho lagunero y la majestuosa garza imperial, y, al atardecer, una espectalucar lluvia de pequeñas aves que van acudiendo en bandos a usarlo de dormidero, entre las que se encuentran trigueros, fringílidos, lavanderas y gorriones.

En los límites entre la vegetación palustre y el agua vamos a encontrar otros habitantes tales como el calamón, con su azulado plumaje, el rascón, que se delatará con su peculiar chillido, así como el tímido avetorillo.

La lámina de agua es utilizada por un variado número de especies acuáticas, lejos de los "cuatro patos y medio" que dice mucha gente, tales como los típicos azulones, las invernantes cercetas comunes, patos cuchara y ánades frisos, las siempre presentes fochas, en primavera los somormujos nos regalan su danza nupcial, ¡incluso visitantes tan sorprendentes como el águila pescadora y la espátula!

En algunas zonas el lento aporte de agua ha formado acumulaciones arenosas que, principalmente en verano, cuando quedan al descubierto, son utilizadas por los limícolas. Entre estas aves podemos citar a los pequeños chorlitejos, las blanquinegras cigüeñuelas, los inquietos andarríos grande y chico, incluso la agachadiza común.

Todo esto no es más que una pequeña parte de la gran riqueza que el visitante habitual podrá ir descubriendo a lo largo de las cuatro estaciones del año, ya que "nunca están todos los que son ni son todos los que están".

4 comentarios:

Manuel Hdez Fdez dijo...

Genial Alberto.

Con esto podemos dar por iniciadas dos series de entradas que irán tratando:

1) diferentes aspectos sobre el Mar de Ontígola

2) distintos enclaves de gran interés para la avifauna de Aranjuez

Ahora ya sólo queda que todos los demás miembros del grupo se animen a deleitarnos con sus encuentros con aves o sus conocimientos acerca de los ecosistemas de Aranjuez.

Alberto V. dijo...

Gracias Manuel, de momento el mar de ontígola esta tranquilo pero el otro día me llamó la atención cómo, al atardecer, una garcilla bueyera se posó a dormir en un dormidero de urracas, seguramente se confundió al verlas el blanco desde el cielo. La pobre empezó a sentir hostilidad seguidamente de picotazos y, claro, salió por piernas, o por alas mejor dicho. Otra cosa, he visto en la tele lo del Regajal con el tunel del AVE, lamentable. Gracias también por la foto de la cerceta.

Alberto V. dijo...

Quería proponer dos cosillas para el Mar de Ontígola:

1.- Como hay mucha especié alóctona de peces y, según he oído alguna vez, esto condiciona el tamaño de los peces y también la presencia o no de determinadas aves, había pensado clavar un posadero para cormoranes (los he visto alguna vez tragando peces grandes en el mar de ontígola) incluso para águila pescadora, que también la he visto.

2.- Proponer a la Comunidad de Madrid que prohiban el acceso a la torre de observación en época de cría.

Saludos.

Manuel Hdez Fdez dijo...

La primera idea me parece genial... pero supongo que puede ser complicado desde el punto de vista técnico. ¿Se te ocurre cómo se podría hacer? Supongo que también habría que pedir permisos, preparar un proyecto, etc... ¡Qué interesante!

La segunda idea me parecería bien, pero creo que es inviable (hasta hace dos días, como quien dice, todavía se colaban los coches...).

Podemos hablarlo en la siguiente reunión.