jueves, 12 de febrero de 2009

Los pinzones de Darwin

Hoy se celebra el 200 aniversario del nacimiento de Charles Darwin, uno de los motivos de que este año 2009 haya sido considerado como el Año de Darwin. El otro es que también se rememorará este año el 150 aniversario de la publicación del "Origen de las Especies".

Son numerosas las actividades y homenajes que hoy se realizan en todo el mundo en recordatorio de Darwin. Por eso quería aprovechar este día tan señalado para escribir algo en homenaje a este ilustrísimo científico, que revolucionó la Biología a mediados del siglo XIX, estipulando la Teoría de la Evolución por Selección Natural.

Y dado que somos un grupo ornitológico, ¿qué mejor manera de hacerlo que hablando un poco de aquellos que constituyen uno de los mejores y más conocidos ejemplos evolutivos? Uno que además fue conocido en primera persona por el propio Darwin, los pinzones de las Galápagos o pinzones de Darwin.

Constituyen una subfamilia propia conocida como Geospizinae, y a pesar de su nombre común parecen estar más emparentados con los representantes americanos de los escribanos (Emberizidae) o con los Tanagros (Thraupidae) que con los pinzones euroasiáticos (Fringillidae). Se trata de catorce especies, una de las cuales se encuentra en la Isla de Cocos, mientras que las otras trece ocupan las diferentes islas del archipiélago de las Galápagos. El término pinzones de Darwin fue aplicado por primera vez por Percy Lowe en 1936, y popularizado en 1961 por David Lack gracias a su libro "Darwin's Finches". Su característica más curiosa es la presencia de picos treméndamente diferentes en un grupo tan pequeño y formado por especies tan emparentadas. Por ejemplo, las especies terrestres tienen grandes picos gruesos y fuertes. Por otro lado las especies de los cactus o las arborícolas tienen picos más largos y apuntados. Por último la especie conocida como pinzón mosquitero tiene el pico más fino de todos.


Darwin descubrió a este pequeño grupo de especies con motivo de su viaje alrededor del mundo a bordo del "HMS Beagle" entre 1831 y 1836. No obstante, en un primer momento Darwin no fue consciente de su importancia. De hecho, el consideraba que conformaban un heterogeneo grupo de extraños mirlos, picogordos, chochines y pinzones. Tras su llegada del viaje de cinco años alrededor del mundo, Darwin puso los especímenes recolectados a disposición del famoso ornitólogo inglés John Gould quien, tras unos días de concienzudo estudio, llegó a la conclusión de que se trataba de una serie de especies emparentadas tan peculiares que formaban un grupo enteramente nuevo para la ciencia. También parecía claro que debían estar emparentadas con especies sudamericanas.

Estas conclusiones finalmente llevaron a Darwin a pensar definitivamente en la evolución de las especies a partir de antecesores comunes. De hecho en la segunda edición de su libro "El Viaje del Beagle" dejó caer algunas afirmaciones referentes a estas aves que anticipaban sus ideas sobre Evolución. Veinte años después profundizó bastante más en esta cuestión, en "El Origen de las Especies".


Sobre la característica más sobresaliente de este grupo de aves, sus picos, mucho se ha dicho. Sus diferencias tan marcadas se deben a la existencia de hábitos alimenticios muy diferenciados. Darwin especuló en "El Origen de las Especies" que los colonizadores originales llegaron desde Sudamérica a las islas traidos por el viento y una vez en ellas se produjeron una serie de cambios evolutivos que dieron lugar a modificaciones en las dietas:
<<(La especie inmigrante) estaría indudablemente expuesta a diferentes condiciones en las diferentes islas donde tendría que competir con un diferente conjunto de organismos (...). Entonces, la selección natural probablemente favoreció diferentes variedades en las diferentes islas.>>
Los picos cambiaron a medida que las aves desarrollaban diferentes dietas. Los picos largos y apuntados hicieron a algunas más apropiadas para coger las semillas de los frutos de los cactus. Los picos más cortos y gruesos eran más útiles para comer la semillas del suelo. Y el pico afilado del pinzón mosquitero es el mejor para capturar insectos.

Un equipo de investigadores de Harvard publicó recientemente un estudio que daba las claves moleculares que pudieron ser responsables de la formación de toda esta variedad de picos. La calmodulina es una molécula que regula los genes envueltos en la formación de los picos de los pinzones de Darwin. Esta molécula activa y desactiva ciertas encimas, lo cual desencadena una señal que eventualmente puede potenciar la expresión de ciertos genes en las células responsables de la formación del pico durante la etapa embrionaria. Los investigadores encontraron que los niveles de calmodulina eran notablemente más elevados en los embriones de aquellas especies con picos más largos.